Santa Barbara para atraer la buena suerte

ELEMENTOS NECESARIOS.

- Una vela blanca.
- Una vela amarilla.
- Una vela rosa.

RITUAL A REALIZAR.

Para empezar, ten en cuenta que debes realizar esta receta un martes a las doce del mediodía o a las siete de la tarde. Se trata del mejor día para obtener los resultados esperados.

Comenzamos. Haz un triángulo con las velas. Enciende primero la vela amarilla y colócala a tu derecha, a la izquierda la rosa y arriba, en el vértice del triángulo, la blanca. Dentro del triángulo ponemos la foto de la persona que realiza el ritual o que desea tener suerte, con un papel debajo en el que se escribe el deseo. No hay que olvidar limpiar y ritualizar las velas.

Para limpiar las velas, tan sólo tienes que pasar unas gotas de aceite de oliva con los dedos desde debajo de la vela hasta la mecha. Cuando hablamos de ritualizar las velas, nos referimos a que las recetas hay que realizarlas con fe, con intención de que salgan.

A continuación, concentrados en nuestra petición, repetimos la siguiente oración:

“k.o., misterioso espíritu, que diriges todos los cielos de nuestra vida, desciende hasta mi humilde morada e ilumíname para conseguir por medio de los secretos azares (lotería, juegos…) el premio que ha de darme una mejor economía y con ello la felicidad y el bienestar. Verás que mis intenciones son puras y nobles y que sólo se encaminan para el bien y provecho mío y de la humanidad en general. Yo no ambiciono la riqueza para mostrarme egoísta ni tirano. Sólo deseo conseguir ese humilde dinero para tener paz y prosperidad en mis negocios y en mi hogar. k.o., soberano espíritu, clave de la infinita sabiduría, haz que desciendas y veas que mi petición es de buena voluntad. Sólo quiero tener mis necesidades cubiertas y doy por hecho que serán atendidas. Te doy las gracias de antemano por ello. Con sinceridad y de corazón. Amen”.

Recuerda que este ritual suele hacerse una vez al mes en Luna creciente.

CONOCER MÁS.

Los rituales basados en creencias religiosas necesitan de nosotros una gran fe, por tanto necesitanos creer fervientemente en lo que estamos expresando.