Hay muchos momentos en la vida en los que seguro que has mostrado duda y alguien te ha espetado un “no te preocupes, sé tú mismo“. Tan fácil como suena, tan difícil como parece; de cara a un proceso de selección, la idea es bastante parecida.
Dar buena imagen y convencer al entrevistador de que eres la mejor opción que podrá encontrar, es la misión principal en una entrevista. Obviamente, cada empresa, cada puesto y cada persona tienen unas características; al igual que no irías con smoking a una entrevista en un burguer, tampoco es recomendable asistir disfrazado de animadora a un bufete de abogados.
En una entrevista no hay necesidad de engañar a nadie, ni con tus argumentos ni camuflando tu personalidad. Hay veces que un curriculum hipervitaminado puede quedar relegado a un segundo plano, al mostrarte tosco en el contacto personal. La naturalidad siempre deja un buen recuerdo.
Por último, doy por hecho que esto sobra decirlo pero, aún así, id bien limpitos y aseados.
|
CONSEJOS
|